INSTRUCCIONES DE MANTENIMIENTO

Desembalar su alfombra

  1. Desembala la alfombra retirando el envoltorio de plástico. Es importante que las fibras se aireen para que adquieran su tacto y altura ideal. Recuerda que el plástico de embalaje, una vez retirado, debe depositarse en el contenedor de reciclaje correspondiente.
  2. Cuando recibas la alfombra comprueba que se trata del modelo que habías solicitado en todos los detalles (color, medidas...) y que no ha sufrido daño alguno durante el transporte. Si el embalaje está dañado y la alfombra se ha visto afectada de alguna manera, hazlo constar en el albarán de entrega. Si aprecias cualquier anomalía te rogamos que la comuniques inmediatamente al distribuidor.
  3. No coloques objetos pesados sobre la alfombra enrrollada, podrían producirse arrugas o marcas en la felpa.
  4. Nuestras alfombras son completamente artesanales y por eso no existen dos iguales.Las pequeñas variaciones en las medidas o en el los colores forman parte de su carácter único.
  5. Si sitúas felpudos en la entrada de tu vivienda, oficina o local evitarás que el polvo y la humedad lleguen hasta tu alfombra y contribuirás a su mantenimiento.
  6. Una exposición prolongada de la alfombra a la luz solar puede producir una decoloración. Por eso te recomendamos que cambies la posición de la alfombra girándola periódicamente, incluso 180º. Esta recomendación también es válida para evitar un mayor deterioro de las zonas de paso.

Mantenimiento de su alfombra

Es muy importante impedir que el polvo y las partículas de suciedad se acumulen en la alfombra. Por eso te recomendamos que pases la aspiradora regularmente, en especial en las zonas de paso. Ten en cuenta que cuando pisamos una alfombra provocamos que las partículas de suciedad penetren más profundamente en la felpa, haciendo más difícil su extracción y provocando un desgaste prematuro de las fibras.
Un buen aspirado evitará que esto ocurra.

Un buen aspirado consiste en:

  1. Pasar la aspiradora siguiendo el sentido de la felpa, nunca en sentido contrario.
  2. Usar siempre una boquilla sin cepillo, así evitaremos que las fibras se deshilachen.
  3. Evitar los cepillos motorizados, son muy perjudiciales para la alfombra.
  4. Utilizar siempre una potencia de aspiración alta, capaz de extraer la suciedad de entre las fibras. La baja potencia solo eliminará las partículas situadas en la superficie y la limpieza no será completa.

Es perfectamente normal que las alfombras de pelo cortado desprendan pequeñas fibras durante algún tiempo, incluso formando borras o pelusas. Esto se debe a que algunas fibras han quedado sueltas, sin torsión, al realizar el corte del hilo. Pasado algún tiempo, después de sucesivas aspiraciones, el fenómeno desparecerá. Sobre todo, no intentes desprender estas fibras manualmente o utilizando cepillos, podrías dañar la alfombra.

Eventualmente pueden despuntar algunos cabos de fibra sobre la superficie de la alfombra. En este caso NO debes tirar de ellos, debes cortarlos con unas tijeras a la altura del resto de la felpa. Estos cabos aparecen por causa del uso y de la aspiración, son una consecuencia de las fibras que han quedado retorcidas dentro de la felpa durante el tundido de la alfombra y que con el uso pueden despuntar.

S un cigarrillo cae sobre la alfombra producirá una pequeña quemadura. La marca puede eliminarse cepillándola o incluso raspándola suavemente.

Las alfombras se enrollan con una cierta presión para que soporten mejor el transporte, pero a veces es inevitable que se produzcan pequeñas arrugas o pliegues. Desparecerán en unas semanas, una vez extendida la alfombra. El uso de la aspiradora también ayudará a que las fibras recuperen su estado original.

Las zonas de felpa aplastadas por el efecto de muebles pesados pueden recuperarse humedeciendo la zona con agua y cepillándola con un cepillo suave hasta que recobre su altura original.

Limpieza de Manchas

Cualquier líquido que se derrame sobre la alfombra captará las partículas de suciedad que se encuentran en la felpa y las fijará en la superficie. Por ello resulta imprescindible que, a fin de evitar las manchas, aspires la alfombra frecuentemente y que actúes con rapidez cuando algún líquido se derrame sobre su superficie. Es muy importante que tengas presente que ciertos productos que se utilizan en la limpieza doméstica como lejías, limpiadores de óxidos, limpiadores de hornos, etc., son muy agresivos y pueden decolorar o dañar las fibras de tu alfombra. El uso del amoniaco solo es recomendable cuando una pequeña cantidad se diluye en agua abundante.

La regla de oro consiste en actuar con rapidez.

Es esencial no dejar que la mancha se seque antes de eliminarla.

En primer lugar retira el exceso del producto derramado, si es un sólido utiliza una cucharilla o la punta de un cuchillo, si es un líquido aplica una servilleta de papel o un trapo limpio.

Una vez retirado el sobrante sigue las siguientes instrucciones:

a. Para las manchas solubles en agua.

Aplica una esponja o una toalla humedecida en una solución de agua con jabón específico para lana sobre la zona manchada y retira la humedad con un paño limpio o una servilleta de papel. Repite la operación hasta que la mancha deje de desprender suciedad y desaparezca. Sobre todo no frotes la mancha, se extendería y dañaría una superficie de felpa mucho mayor. Enjuaga la zona con un trapo limpio humedecido en agua tibia y, finalmente, coloca un trapo grueso seco o una servilleta de papel sobre el área presionando con un objeto pesado. Cambia la servilleta o el trapo una o dos veces y luego deja que se seque.

b. Para las manchas de grasa.

Empapa la esquina de una toalla con una pequeña cantidad de un producto disolvente (alcohol, acetona, thinner...) y aplícalo sobre la zona manchada. No viertas el disolvente directamente sobre la felpa, podrías dañar el soporte o el adhesivo de la alfombra. Aplica el producto desde el exterior de la mancha hacia el interior, así evitarás extenderla. Una vez eliminada la mancha seca las fibras con papel de cocina o, incluso, con un secador de pelo. No olvides utilizar guantes para evitar posibles irritaciones en la piel.

Con algunas manchas es aconsejable probar primero en una pequeña zona de la mancha empleando agua y jabón o disolvente para determinar que tratamiento será el más adecuado.

Recomendamos emplear siempre jabones o detergentes neutros (no alcalinos o con un ph alto) para evitar que el color de la alfombra se vea afectado.

Si no consigues eliminar la mancha utilizando los procedimientos que te hemos recomendado, no dudes en contactar con un profesional en la limpieza de alfombras, él dispondrá de los productos y los procedimientos para limpiar tu alfombra.

Lavado

Limpieza doméstica

En el mercado existen algunos productos que permiten una limpieza fácil de la alfombra; pero te recomendamos que utilices una espuma seca o un champú de buena calidad y que sigas las instrucciones del fabricante. Antes de proceder al lavado aspira intensamente la alfombra. En algunos países es frecuente el uso de productos que se presentan en forma de granulado compuesto por detergentes y pequeñas cantidades de disolvente. Estos productos se esparcen uniformemente sobre la alfombra y actúan disolviendo las manchas y absorbiendo la suciedad, una vez han cumplido su función se aspiran. Si los utilizas asegúrate de seguir escrupulosamente las instrucciones del fabricante.

Limpieza profesional

El sistema más aconsejable es el de inyección-extracción que realiza la pala de una máquina que inyecta sobre la felpa de la alfombra chorros de solución jabonosa y que simultáneamente aspira. Una vez ha terminado el proceso la máquina ha logrado aspirar hasta el 90% de la humedad. Este sistema de inyección-extracción lo realizan algunos profesionales de la limpieza de alfombras que disponen de la maquinaria adecuada y en algunos casos puede realizarse a domicilio. Antes de proceder con la limpieza recuerda que es muy importante aspirar intensamente la alfombra para extraer la mayor cantidad posible de polvo y partículas de suciedad.

Después de limpiar la alfombra déjala orear hasta eliminar la humedad por completo y evita pisarla. Nunca enrolles una alfombra húmeda porque las fibras se dañarían irremediablemente.

Declinamos cualquier responsabilidad sobre los daños que pueda sufrir una alfombra por causa de su mantenimiento y/o limpieza, puesto que se hallan fuera de nuestro control los procedimientos que se han utilizado.