Utilizar alfombras artesanales en la pared como un cuadro de diseño son una apuesta de vanguardia.
También puedes conocerlos como tapices de pared, y es un concepto que fusiona varios aspectos del diseño formando una propuesta contemporánea y asombrosa para dar a la decoración de la estancia un toque de exclusividad y distinción
Diferentes conceptos
En primer lugar, la diferencia entre una alfombra y un tapiz es que la alfombra se posa sobre el suelo para adornar o aportar calidez a la estancia, además de proteger tanto el zapato de suciedad como el suelo de las pisadas.
Un tapiz se elabora a mano bordando o tejiendo fibras de lana o seda de diferentes colores, donde se representan figuras o imágenes de gran tamaño que se cuelgan de la pared como un adorno tradicional.
Por otro lado, un cuadro no es más que un dibujo, pintura o grabado que se enmarca para colgarlo en la pared para exhibirlo o adornar.
Alfombra en la pared
La alfombra es un elemento muy característico y que aporta una gran personalidad a la sala. Normalmente se usa para decorar grandes salas de grandes edificios como son los ayuntamientos u otras entidades públicas o privadas, que quieren aportar a su edificio una presencia y autoridad digna de una exclusiva y única obra manual como es una alfombra tejida a mano.
Colocarla en la pared no tiene otro fin sino el de romper con lo establecido, impactar al espectador y sorprenderle mediante su diseño y colores, además del marco que acompaña la obra.
Suelo o pared
Una alfombra exhibida en la pared como si fuera un cuadro no es un elemento decorativo al que estemos acostumbrados, pero puede resultar un elemento rompedor en algunos lugares de ámbito profesional donde la sofisticación está a la orden del día. Por ejemplo, la alfombra en la pared sería un éxito en edificios como hoteles, museos, edificios corporativos, entidades públicas, etc.
Es más complicado poder lucir con majestuosidad una obra como la alfombra en la pared, pero no sería una mala opción si se cuenta con una estancia con gran amplitud, donde haya una gran pared despejada de elementos decorativos donde queramos que la alfombra luzca y sea la protagonista.
Como en todos los aspectos a la hora de adoptar un ambiente decorativo, existen pros y contras. Colocar la alfombra en el suelo o en la pared dependerá de las necesidades y del objetivo que se quiera perseguir con la decoración. A continuación, dejamos algunos factores positivos y otros negativos de ambas propuestas.
Si estas buscando alfombras para tu salón te dejamos en enlace a un artículo donde te damos consejos de cómo colocar alfombras en el salón
Alfombra en pared o tapiz
- Es original y aporta mucha personalidad.
- Si el diseño es abstracto como el de un cuadro de diseño lucirá de maravilla colgado en la pared.
- Podría no lucir como una alfombra
- Hay que trabajar mucho el refuerzo del marco.
Alfombra en el suelo
- Calidez y sensación de hogar.
- Beneficios de la alfombra en el suelo como el aislamiento térmico y acústico, la separación de estancias, etc.
- El desgaste es muy alto debido a las pisadas de todos los visitantes.
- Puede no lucir como es debido si falta espacio en la estancia.
Una vez vistas las diferencias, características, ventajas e inconvenientes, es momento de que te lances y te decidas por una de las opciones, una más arriesgada pero sofisticada, y otra más clásica pero más apropiada para un hogar.
En cualquier caso, en alp carpets tenemos a tu disposición infinidad de modelos diferentes de alfombras, todas ellas con una calidad inmejorable por la utilización de materiales de primera calidad y fabricación artesanal. Puedes personalizar infinidad de modelos de alfombras en tamaño, colores, materiales o formas. Trabajamos día a día para que todos nuestros clientes consigan la alfombra de sus sueños.
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