Una alfombra siempre añade un nuevo valor a una habitación o lugar. Puede incluso llegar a ayudar a separar lugares dentro de un mismo espacio o a dar sensación de calidez y armonía. Muchas son las cualidades que posee una alfombra. Desde Alp y como expertos en alfombras de diseño te proporcionamos consejos antes de decidirte por uno u otro modelo de alfombra. Aprende a decorar con alfombras aquellos rincones en los que “falta algo” o “necesitan un toque”.

Elige una alfombra fácil de limpiar

Como tip a tener en cuenta intenta escoger materiales que sean fáciles de limpiar para aquellas zonas que tengan mucho uso, como puede ser el pasillo o el recibidor. En este caso lo ideal es una alfombra de pelo corto, ya que se limpiara fácilmente con aspiradoras. Si limpias las alfombras al menos una vez a la semana, respirarás un aire más limpio y de mejor calidad. Pero la continuidad depende siempre de su uso. A mayor uso, la limpieza debe ser también mayor, sobre todo si tienes mascotas. Intenta también darle importancia a los rincones o pequeños lugares donde se suele acumular más polvo.

Usa un color adecuado de alfombra

A la hora de decidir una alfombra para un lugar, hay que tener en cuenta no solo la forma, el tamaño y el material, sino también el color. De acuerdo al color de la alfombra que elijamos, tendremos una habitación más cargada o más neutra y luminosa. Si las paredes de una sala y los muebles son cargados o de colores llamativos u oscuros, lo ideal es elegir una alfombra neutra para compensar la armonía y equilibrio del espacio. En estos casos, las alfombras son muy útiles para combinar colores y suavizar aquellos que tienen un alto grado de opacidad o colores o estampados oscuros.

Adapta la alfombra al espacio

Antes de comprar una alfombra asegúrate de que es el tamaño que necesitas. Si la alfombra se coloca en el salón o comedor las patas de la mesa, las sillas y del sofá deben quedar dentro de la alfombra. Dependiendo del tamaño del sofá o mesa con sillas, así será la forma y tamaño de la alfombra. Por lo general, las alfombras que se colocan en el sofá son grandes de tamaño al igual que la que se usan para la mesa del comedor. Debes tener en cuenta no solo el tamaño sino también la forma, ya que puede que necesites a veces una alfombra rectangular y otras veces una alfombra más cuadrada o incluso circular. Trata de averiguar la alfombra que sería mejor para cada lugar. Si adaptas la alfombra al espacio que quieres cubrir, quedará perfectamente delimitado y armónico con la estancia.

Fija la alfombra al suelo

Las zonas de paso como pueden ser un pasillo o un recibidor son perfectas para la colocación de una alfombra. Ten en cuenta que tanto el pasillo como el recibidor son lugares muy transitados en un solo día. Por lo que es muy aconsejable que la alfombra del pasillo o del recibidor quede fija en el suelo. De este modo se evitarían posibles tropiezos y caídas. Para fijar una alfombra al suelo y convertirla en antideslizante lo ideal es usar cintas o velcro que no sobresalga por los laterales de la alfombra. Recorta la medida adecuada y fíjala en los laterales de la alfombra para que quede inmovilizada en el suelo.